Txus en el colegio antes de la guerra |
Nos contaba con entusiasmo como
nació su amor por la lectura. En un zaguán cercano a su casa vivía una viuda
que alquilaba tebeos o suplementos.
Él aprendió a leer muy pequeño,
ahorraba el dinero que le daban para disfrutar de la lectura de los tebeos sentado
en un banquito a la sombra del zaguán. Siempre
lo imagine sentadito, concentrado, aferrado a las páginas y perdido en
ese mundo de aventuras e ilusión. Cuando leía se desconectaba totalmente del
mundo que lo rodeaba.
Una navidad se le olvido escribir
la carta a los reyes magos y al darse cuenta se sentó a llorar. Después de
llorar desconsoladamente durante algún tiempo, su madre lo llevo al único ultramarino
(abastos) que tenía teléfono y llamó a los reyes explicándoles la situación y
subsanando la crisis.
La visita inesperada del Tío
Eustaquio, hermano de su padre y marino mercante, trastoco por un tiempo la
apacible vida de la familia. Llegó una
tarde de invierno con una mujer norteamericana y un niño, ella apenas hablaba algunas
palabras de español y, para disgusto de doña María fumaba continuamente. La
familia escuchó atónita como el tío se había escapado con esa mujer y habían
huido a España. El hecho que no
estuvieran casados y con un hijo representaba un pecado para doña María, ella
era súper conservadora, de misa y
comunión diaria y esta situación la trastoco. Después de varios días de
soportar esta situación, organizó un viaje al pueblo a visitar a la abuela,
Txus y sus tres hermanas menores estaban entusiasmados por tan repentino hecho.
Le informaron al tío que tenía que dejar la casa y al día siguiente todos
salieron, el tío a una pensión y los demás a la estación a tomar el tren, pero
para sorpresas de los niños al recorrer unas tres cuadras, su madre les informó
que tenían que regresar a la casa que todo había sido un simulacro para
deshacerse del tío, afligidos rehicieron el camino andado.
En esta época Txus tuvo su primer
reconocimiento público, al hacer la primera comunión le tomaron una foto en un
estudio cercano a la casa y quedo tan lindo, que durante mucho tiempo estuvo en
exhibición. Txus organizaba visitas con sus amiguitos del colegio para que lo
fueran a ver y se convirtió en un niño muy popular. Esta foto, uno de nuestros tesoros y lo quiero compartir con ustedes.
Txus y sus tres hermanitas |
Esta es la foto exhibida en la vidriera del estudio y que Txus enseñaba a sus amiguitos y |
Sus grandes amigos eran Justi, su primo, y el hijo del medico. Con Justi se reencontraba cuando íbamos a Madrid. pasaban largo tiempo hablando de ese periodo. de sus travesuras, de su vida antes de la guerra, de la Zarzuela, la casa de Justi, con sus pavos reales paseando por el jardín, sus opíparas comidas y reuniones sociales e inevitablemente de todos los seres queridos que ya no estaban. verlos alejarse conversando animadamente y verlos regresar de sus paseos, con esa mirada alegre, cargada de evocaciones y recuerdos de esa infancia compartida nos producía una profunda emoción.
El Bicho y sus travesuras quedaron
impresos en la memoria del pueblo. El pequeño Bicho un día lleno de garrapatas
la barriga del burro del barbero cojo y
cuando el pobre hombre se montó para irse el burro se encabrito y lo tumbo y
siempre que intentaba subirse el burro volvía a tumbarlo. Todo el pueblo sabía
quien había sido el autor de este hecho.
Una mañana el perro de peleas del
tío Sopas no apareció a desayunar y los
buscaron durante todo el día. El pequeño Txus lo había azuzado con un saco y
una vez que el perro lo mordió lo guindo a un árbol. A este perro, que ganaba todas las peleas en
la zona y que era un campeón temible, el Bicho le disputaba la comida
colocándose a cuatro patas a su
lado. Cuando contaba estas travesuras
siempre tenía una sonrisa pícara, se tapaba la boca con una mano, después
extendía un poco sus brazos y nos miraba
con ojos de niño travieso.
Txus y las tres hermanas que le
antecedían en nacimiento tenían una
relación muy estrecha, pero su hermana especial fue Isabel, la penúltima de los
Dolara Larrauri. Toda la familia que la
conoció nos aseguraba que Nerea se
parece mucho a ella. La llamaban
Beluca y
todavía al hablar de ella Txus no podía evitar que sus ojos se llenaran
de lágrimas.
Pero esta vida de Txus, alias el
“Bicho” no duro mucho tiempo. El 16 de Julio de 1936 La guerra civil estalló y
ese niño de apenas 8 años de edad empezó un periplo de miedo, tristeza y
desesperanza.
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