Txus a los 18 o 19 años |
Al salir del colegio, ya formado como tornero y con 19 años, Txus va a
vivir en la calle Autonomía. En el piso
estaban viviendo Emilia, Juan, recién casado con Mari, y Pepín. Esta casa se convirtió en el refugio y hogar
de muchos de los jóvenes que iban saliendo del “colegio”. La protección y el
cuidado de los Dolara, pero sobre todo de la amorosa y maternal Mari significó
para muchos la única familia que poseían.
Txus quería muchísimo a Mari, la consideraba como su madre. Mujer
generosa y cariñosa, que tuve el gusto de conocer, hablaba de Txus con
verdadero amor filial. Juan y Mari fueron para él sus padres de postguerra, lo
visitaban en el colegio, lo sacaban a pasear y le ayudaron a superar, con su
afecto, el abandono y la tristeza de los primeros años.
La familia en pleno decidió que la inteligencia de Txus no debía
malgastarse, para todos era obvio que estaban ante un “sabiondillo”, leía vorazmente, sabía de todo y los impresionaba con su
vasto y profundo conocimiento a pesar de su juventud. Consideraron que era imprescindible que
continuara estudiando y que había
llegado el momento de vender las acciones que el señor Casimiro le había dejado en herencia a cada uno de sus hijos. Las de Txus no se
habían tocado pese a las penurias y con su
anuencia fueron vendidas para costear su formación universitaria, gracias
a ellas pudo estudiar en la Escuela de Ingenieros
de Vizcaya.
Escuela de Ingenieros de Vizcaya |
Las condiciones de hambre y pobreza todavía continuaban. Toda la
familia de la calle autonomía se sacrificó para que Txus pudiera estudiar. Txus
me relataba como en esa época solo contaba con unos zapatos grandes y con
huecos enormes en la suela, que gracias a los cartones y papel que les colocaba
paleaban los fríos días de invierno y el continuo, y eterno, txirimiri Bilbaíno y un abrigo varias tallas más grande que usaba
indistintamente en todas las estaciones del año, para ocultar la ajada y
remendada ropa que usaba.
Arrastrando los pies y
con su gran abrigo asistía a clases. Su lamentable indumentaria lo avergonzaba
frente a sus compañeros y profesores
pero reconocía que siempre tuvieron la delicadeza de no comentar, ni
burlarse de su atuendo. De esta época
recordaba, también, su hambre insaciable, casi todos los días iba a comer al
colegio y después comía en su casa, pero
el hambre seguía ahí, insatisfecha siempre, viviendo en su memoria.
Al cursar el tercer
año de estudios se alisto en la milicia universitaria, una modalidad
voluntaria para realizar el servicio
militar obligatorio. La milicia le
proporcionó muchas cosas, pero una de las que más agradeció toda la vida fueron
unas preciosas botas de montar que le permitieron deshacerse de los horribles
zapatos y que lo acompañarían hasta en su viaje a Venezuela.
Fue un excelente
alumno, estudioso y preocupado que pronto se granjeo el afecto y consideración
de sus compañeros y profesores. Txus poseía “don de gentes” y todos los que lo
conocieron saben que este término que reúne un montón de cualidades: Afable, honesto, amable, bueno, confiable, sincero, amigo, predispuesto,
solidario, comprometido, simple, humilde, ético, de buena moral, con tino y
gracia especial, buen trato, respetuoso y de respeto; es el término que mejor lo que describía.
Pero la vida de ese periodo
no se limitó exclusivamente a la educación formal, muchas anécdotas de esta
época fueron narradas con alegría o tristeza, con lágrimas o con risa y son
parte de nuestros referentes familiares y amistosos. Trataré de dar cierta
organización a estos relatos, que lo único que tienen en común es que
pertenecen al periodo comprendido entre 1946 y 1955.
Los cuentos que implicaban
a Pepín, siempre fueron los más hilarantes.
Su primo Pepín, siempre mostró una extraordinaria capacidad para
sobrevivir. Los avatares de la guerra y,
posteriormente, la postguerra lo llevo a ser parte de la familia Dolara de la
calle autonomía. Hombre inteligente y ágil con los negocios buscó en el
estraperlo (contrabando) una salida a la necesidad reinante y en ese negocio
colocó a todo la familia, desde el estudioso Txus hasta el serio Juan, pasando
por todos los habitantes temporales, ex alumnos del colegio, que pasaron por
aquel piso.
Pepín se dedicó al
contrabando de tabaco, de leche, de medias de seda, en fin a todo lo que
escaseaba y que se compraba a precio de oro. Ponía a sus empleados a buscar
aserrín en los aserraderos, carpinterías, colillas y empaques vacíos de
cigarrillos, estos recogían todo lo que podían. En el piso habían montado una
especie de fábrica con una máquina para hacer cigarrillos. Mientras unos mezclaban el aserrín con un poco
de tabaco comprado por Pepín o extraído de las colillas, otros iban armando los
cigarrillos y otros empaquetándolos, era toda una fábrica artesanal bien
organizada que aun vivío una sublevación de los empleados para exigir aumento
salarial. Un día todos empezaron a
hablar que el único que se beneficiaba de su trabajo era Pepín y decidieron
hacer una huelga de brazos caídos, se negaron a trabajar hasta que no les
aumentaran la paga. Esta rebeldía duró poco tiempo pues lograron su objetivo en
algunos días.
maquina de hacer cigarros |
Los clientes de Pepín
estaban dentro de las altas esferas del régimen, todavía Txus se sorprendía
como su primo vendía a policías, autoridades y a altos jerarcas aquellos
cigarrillos que lo menos que tenían eran tabaco. Un día el dueño del bar de
abajo les aviso que estaba la secreta buscando a Juan. El pánico se apoderó de
los trabajadores ilegales y Juan escapó a toda prisa, había mucho material del
que deshacerse y mientras el dueño del bar entretenía a la policía para que
Juan escapara los muchachos se dedicaron a tirar a la poceta todo lo que los
comprometiera. Pero la policía no buscaba a Juan, buscaba a Pepín, que
“casualmente” no se encontraba en la casa. Tardo días en aparecer y se molestó
muchísimo por la pérdida de todos los recursos, durante un tiempo asignó a Txus
para la repartición de los paquetes, pues a él lo estaban vigilando.
Otro negocio boyante fue la venta de leche que Pepín traía del
pueblo y que adulteraban con agua. Este
negocio fue el más floreciente, al que
consagró Pepín toda su vida, y lo
convirtió en un próspero empresario de lácteos. Pepín y Txus fueron entrañables y con el sibarita
Pepín recorríamos los mejores restaurantes del País Vasco cada vez que
viajamos, esta degustación gourmet siempre era aderezada con los cuentos y
peripecias de esa época.
triciclo similar al usaban para repartir leche |
La milicia universitaria le
dejó a Txus recuerdos perdurables. La milicia se dividía en dos periodos, el
primero de instrucción donde seleccionaban el cuerpo al que iban a pertenecer y
del que salían como alférez y el
segundo de prácticas en el acuartelamiento que escogieran. Txus realizó
el servicio, como alférez de artillería, en Monte de la Reina y en Melilla
respectivamente.
De su estadía en Monte la Reina recordaba sus éxitos en la instrucción
militar y la admiración de sus compañeros. Su entrenamiento pre militar desde la
más temprana infancia brindó sus frutos, lo que para los otros era una vida
dura y llena de escasez para Txus era la continuación de su vida. Su solidaridad
y su disposición para apoyar y ayudar a los compañeros le reporto amigos de por
vida. Evocaba como en invierno se bañaba en las frías y caudalosas aguas del
río Duero bajo la mirada atenta de los pobladores de Fresno de la Ribera
y como en un acto de heroísmo salvo a uno de los vecinos de ahogarse en sus
aguas. Como se escapan en la noche, atravesando el río, con la ropa en la
cabeza para tomar unos chiquitos en los bares del pueblo y ver a las muchachas asomadas
a las ventanas esperando que ellos pasaran.
campamento de Monte la Reina Zamora |
Pero su estadía en Melilla tuvo mayor impacto, el escoger África para
su acuartelamiento le significó descubrir nuevos pueblos y culturas y su
curiosidad innata lo llevo a relacionarse con la comunidad judía y la musulmana.
Le despertó una gran pasión por los caballos y seleccionaba siempre, para
montar, los indomables, los rebeldes. Contaba
como una yegua amañada que no resistía jinete alguno se convirtió en su
favorita y como después de un largo proceso, que incluyó largas cabalgatas a la orilla del mar y múltiples caídas, logro
hacerla su amiga, pero que esta amistad se terminaba cuando la yegua, después de
un paseo se acercaba a la cuadra y con un ímpetu desesperado empezaba a correr
como un alma en pena y él se abrazaba a su cuello para no ser derribado por la
pared del establo.
Melilla simbolizó el descubrimiento de un mundo plural y
diferente, al que se acercó sin los prejuicios tan propios de su época y que
valoró y acepto sumido en la tolerancia que siempre le acompaño. Se desveló por
una mora, compartió té en el zoco con musulmanes, cenó en casa de familias judías
y descubrió culturas fascinantes que
hasta el momento desconocía.
la mora que desveló a Txus |
Video de Altos Hornos 1950
A partir de los años 50, dado el anticomunismo furibundo y la
posición “neutral “del franquismo durante la segunda guerra mundial, empieza un
acercamiento entre Estados Unidos y España,
que va a generar que el régimen sea aceptado por el mundo y que los españoles superen
el hambre y se enfilen al progreso material. Con esta apertura se abren nuevas
bibliotecas auspiciadas por el gobierno norteamericano y Txus feliz se inscribe
en todas ellas para leer libros que hasta el momento le estaban vetados. Uno de
los libros que cayó en sus manos y que sello su futuro fue “Canaima” de Rómulo
Gallegos.
despedida antes de venir a Venezuela, a su derecha su novia del momento |
Antes de zarpar |
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